“¡Estás loco! No llegarás a ningún sitio saltando al revés. Me dijo mi profesor de gimnasia en el instituto. Creo que su falta de confianza fue lo que más me animó a insistir, a atreverme con algo así. Saltar de espaldas, mirando al cielo, me daba otra perspectiva de las cosas [...] Creo que después de todo solo tuve la valentía de atreverme a cambiar. Pensé que merecía la pena intentarlo”.
ALGO DE OTRA FORMA? ¡MERECE LA PENA INTENTARLO!
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