viernes, 13 de febrero de 2015

Religión informa sobre "idas y venidas" de ilustres restos mortales

Al hilo de su investigación sobre la Iglesia de San Sebastián, objeto del ABP de Religión, la profesora de la Materia, Mª Luisa Quintero, advierte un caso curioso relacionado con los restos de dos celebérrimos arquitectos: Juan de Villanueva (1739-1811) y Ventura Rodríguez (1717-1785), diseñadores respectivamente (entre otros ilustres edificios) del Museo del Prado y de las fuentes de Cibeles y Neptuno.

Ciertamente, estos arquitectos no pertenecen al Siglo de Oro, pero sus restos mortales están enterrados en una capilla anexa a la iglesia de San Sebastián (la capilla de la Congregación de Arquitectos de Nuestra Señora de Belén, en la foto) y, por lo tanto, sus restos descansan junto a los de otros famosísimos personajes del Siglo de Oro que, como sabemos, se hallan en dicha iglesia.

La curiosidad reside en cómo los restos de ambos personajes fueron trasladados de una iglesia a otra entre los años 1811 a 1875. En efecto, Villanueva estuvo primero donde se encuentra ahora: en la iglesia de San Sebastián, y Ventura Rodríguez en la iglesia de San Marcos. Luego, en 1869, fueron ambos llevados a San Francisco el Grande. Cuentan las crónicas que el paso de la comitiva fúnebre ante el Museo del Prado fue apoteósica y llovieron poesías, aplausos y vítores (dieciséis carrozas nada menos).


Dormían allí su sueño eterno ambos yacientes en espera de que se edificara para ellos (y para otros merecedores) un Panteón de Hombres Ilustres. Pero no salía adelante el proyecto, así que en 1875 les devolvieron a la Iglesia de San Sebastián, donde se encuentran ahora. Dicen que en este viaje de vuelta resonaron también los vítores y que los estudiantes de arquitectura de Madrid aplaudieron a la comitiva en enfervorecido homenaje (hasta el cuerpo de bomberos tomó parte).

Interesante saber que la iglesia de San Sebastián fue bombardeada por las tropas de Franco durante la Guerra Civil española, debiendo ser reconstruido el templo entre 1943 y 1959. Fue un milagro que la capilla donde reposan ambos arquitectos no sufriera daños severos.

¿Pero están ahí, verdaderamente, estos dos hombres grandes? ¿No se quedarían sus fantasmas vagando por las calles de Madrid en una de esas fúnebres "idas y venidas" de iglesia a iglesia...?


Gracias a: http://elpais.com/diario/2011/08/22/madrid/1314012259_850215.html

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